Hoy me gustaría comentar una problemática para la que me temo nunca encontraremos una solución a gusto de todos.
Los procesos de desarrollo de nuevos proveedores deben ser lo suficientemente flexibles como para mantener intactas las oportunidades de evolucionar e innovar que traen consigo estos nuevos partners; y a la vez, tan robustos y fiables como para evitar cualquier riesgo inherente al desarrollo de un nuevo compañero de negocio. Podemos encontrarnos con ceses de actividad, dependencias mayores del 30-35% en la cuenta de ingresos de nuestro proveedor, posibles repercusiones legales o daños a la imagen publica por estar inmersos directa o indirectamente en causas que no hayamos previsto a la hora de contratar el servicio en cuestión.
Me gustaría saber que requisitos mínimos solicitaríais a un proveedor para garantizar la estabilidad de la colaboración. Podríamos suponer que dependerá del importe contratado y/o la categoría de gasto afectada o cualquier otro criterio de peso que se considere en el análisis de la matriz de requisitos. O tal vez, no deberíamos abogar por una matriz sino por un listado de requisitos común para todos y a partir de ahí, colaborar con los proveedores que deberán validar su performance durante el día a día.
Hoy en día se pide la involucración de compras en cada partida de inversión de la compañía y la aproximación debe mantener el foco en la filosofía LEAN para no burocratizar el proceso.
Existen multitud de herramientas que digitalizan el proceso y hacen algo más eficiente la tarea; pero la parametrización obedecerá a los criterios que definamos tras nuestro análisis. Deberíamos afrontar el dilema desde el punto de vista del gestor de compras sin olvidarnos de mantener el foco en el usuario del bien o servicio.
¿Cómo garantizas la bondad de la cartera de proveedores sin perder agilidad y capacidad de innovación?
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