lunes, 6 de junio de 2016

¿Cuervos de la Tempestad?



En una sesión formativa apareció un concepto ya clásico, el Poka-Yoke, como elemento para evitar errores o detectar los efectos de los mismos con la idea de detenerlos o separarlos.

El punto básico, esencial, para poder plantearse que los Poka-Yoke sean una herramienta de la que se pueda aprovechar realmente su potencial es que se puedan comunicar la existencia de errores, de diferentes tipologías y orígenes, sobre los que pueda ser planteable el estudio de sistemas que los eviten o detecten rápidamente sus efectos (los defectos).

Todos los errores o defectos que se detecten, se puedan solucionar o no, nos permitirán tomar acciones para evitar la expansión de los mismos. Lo que se traduce, sin lugar a dudas en ahorros de costes en los pasos posteriores del proceso o, aún más importante, evitar que el cliente pueda recibir un producto o servicio defectuosos con la potencial reclamación y pérdida de imagen como proveedores.

Ésto nos lleva a un estilo de liderazgo que incide sobre el personal para que informe sobre todas aquellas situaciones de riesgo para el proceso (error o defectos) y que rehúye buscar culpables que, a su vez, provocarían que el personal escondiera los problemas "debajo de la alfombra" para evitar ser reprendidos.

Esto querría decir que:

Se asume que puede existir el error en las operaciones y en los procesos, especialmente en aquellos procesos con participación de mano de obra donde es potencialmente segura la presencia de errores

No hay una búsqueda de culpables cuando se informa de un error o defecto

Los errores no se ocultan por temor a las consecuencias o la carga de trabajo que significarán

Los trabajadores tienen la libertad y motivación de informar sobre los errores o defectos que detecten

Los trabajadores entienden las consecuencias que puede significar que ese error o defecto no sea correctamente gestionado

Volviendo al título y cabecera del post, en la trilogía del Señor de los anillos el rey Théoden, ante la visita de Gandalf con malas noticias le increpa: "¿Por qué habría de darte la bienvenida, Gandalf, Cuervo de la Tempestad?", a lo que Gandalf, que había venido a ayudar, responde: "Hay dos formas en las que un hombre puede traer malas nuevas. Puede ser un espíritu maligno, o bien uno de esos que prefiere la soledad y sólo vuelven para traer ayuda en tiempos de necesidad"

El rey le reprendía a Gandalf que sólo venía a traer malas noticias, como imputándole la responsabilidad de las mismas, cuando Gandalf había hecho el esfuerzo de venir a informar y sólo quería ayudar facilitando esa información para que el rey actuara en consecuencia.

Facilitemos que el personal pueda aportar toda aquella información valiosa sobre los errores (existentes o potenciales) y defectos que puedan detectar y que permitan actuar de la manera más adecuada para eliminarlos o minimizarlos.

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