En una sesión formativa apareció un concepto ya clásico, el Poka-Yoke, como elemento para evitar errores o detectar los efectos de los mismos con la idea de detenerlos o separarlos.
El punto básico, esencial, para poder plantearse que los Poka-Yoke sean una herramienta de la que se pueda aprovechar realmente su potencial es que se puedan comunicar la existencia de errores, de diferentes tipologías y orígenes, sobre los que pueda ser planteable el estudio de sistemas que los eviten o detecten rápidamente sus efectos (los defectos).
Todos los errores o defectos que se detecten, se puedan solucionar o no, nos permitirán tomar acciones para evitar la expansión de los mismos. Lo que se traduce, sin lugar a dudas en ahorros de costes en los pasos posteriores del proceso o, aún más importante, evitar que el cliente pueda recibir un producto o servicio defectuosos con la potencial reclamación y pérdida de imagen como proveedores.
Ésto nos lleva a un estilo de liderazgo que incide sobre el personal para que informe sobre todas aquellas situaciones de riesgo para el proceso (error o defectos) y que rehúye buscar culpables que, a su vez, provocarían que el personal escondiera los problemas "debajo de la alfombra" para evitar ser reprendidos.
Esto querría decir que:
• Se asume que puede existir el error en las operaciones y en los procesos, especialmente en aquellos procesos con participación de mano de obra donde es potencialmente segura la presencia de errores
• No hay una búsqueda de culpables cuando se informa de un error o defecto
• Los errores no se ocultan por temor a las consecuencias o la carga de trabajo que significarán
• Los trabajadores tienen la libertad y motivación de informar sobre los errores o defectos que detecten
• Los trabajadores entienden las consecuencias que puede significar que ese error o defecto no sea correctamente gestionado
Volviendo al título y cabecera del post, en la trilogía del Señor de los anillos el rey Théoden, ante la visita de Gandalf con malas noticias le increpa: "¿Por qué habría de darte la bienvenida, Gandalf, Cuervo de la Tempestad?", a lo que Gandalf, que había venido a ayudar, responde: "Hay dos formas en las que un hombre puede traer malas nuevas. Puede ser un espíritu maligno, o bien uno de esos que prefiere la soledad y sólo vuelven para traer ayuda en tiempos de necesidad"
El rey le reprendía a Gandalf que sólo venía a traer malas noticias, como imputándole la responsabilidad de las mismas, cuando Gandalf había hecho el esfuerzo de venir a informar y sólo quería ayudar facilitando esa información para que el rey actuara en consecuencia.
Facilitemos que el personal pueda aportar toda aquella información valiosa sobre los errores (existentes o potenciales) y defectos que puedan detectar y que permitan actuar de la manera más adecuada para eliminarlos o minimizarlos.
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