lunes, 4 de abril de 2016

One KISS for the F1



La Fórmula 1 ha ido perdiendo espectacularidad y seguidores por muchas y variadas decisiones que, suponiendo buena intenciones pero malas decisiones, han ido entorpeciendo y complicando el desarrollo histórico de las carreras hasta el punto que había más emoción en las rondas clasificatorias casi que en la propia carrera.

Este año 2016 se ha estrenado un nuevo sistema para la clasificación de los pilotos de cara a la carrera que se ha convertido en un fracaso nada más ponerlo en marcha. Dada su complejidad ha conseguido todo lo contrario a los objetivos inicialmente planteados que eran aumentar sencillez y espectacularidad para los espectadores. 

Como resultado, mucha más estrategia que táctica (más despachos que acción en la pista, ventajas evidentes para los equipos más poderosos que además gastan menos recursos para conseguir los resultados de siempre penalizando a los equipos más modestos y pistas vacías, sin competición entre diferentes coches en pista ya que el sistema sólo penaliza al último o últimos. En la primera clasificación ya hubo minutos sin coches en pista.

Visto en perspectiva se había complicado algo, con la idea de mejorarlo, y se había perdido todo el enfoque inicial.

Es bastante común encontrarse procesos productivos o de servicios que se han ido complicando, han ganado complejidad, con el paso del tiempo por diferentes motivos como el aumento del mix de productos a realizar o clientes a atender, nuevas especificaciones, aplicaciones tecnológicas, requerimientos de información del mismo, requerimientos de información del proceso, etc.

En algunas actividades, al acabar la mejora de sus procesos, ha sido habitual encontrarse con comentarios, especialmente de colaboradores veteranos, asombrados de que el resultado final, que siempre ha de buscar la manera más sencilla y eficiente de realizar las actividades, fuera muy parecido a como se realizaba el proceso en años anteriores. Les parecía una paradoja que la mejora del proceso fuera "hacerlo como se hacía antes"

Siguiendo con el ejemplo del nuevo sistema de clasificación de Fórmula 1 también podríamos extraer otras enseñanzas:

- Escuchar la voz del cliente: qué es lo que el cliente quiere realmente del producto o servicio. El nuevo proceso puede ser muy interesante a diferentes niveles pero DEBE SATISFACER AL CLIENTE SIEMPRE.

- Escuchar a los usuarios: los pilotos ya expusieron que el nuevo sistema sería un fracaso para el espectáculo. Nadie les escuchó

- Realizar pruebas piloto: una vez tomada la decisión, si es de magnitud hay que revisarla y hacer pruebas iniciales en condiciones controladas. El nuevo sistema se utilizó por primera vez en una carrera oficial, ni tan siquiera se hizo una simulación en alguna de las jornadas.

- Trabajo en equipo: las escuderías y la dirección de la competición han sido incapaces de llegar a un nuevo acuerdo, ni tan siquiera para volver al sistema anterior

- Resolver el problema: ante las señales (indicadores) o resultados clarament catastróficos hay que actuar de manera rápida, al menos para minimizar el impacto como primer paso (medidas de contención) y para eliminar la raíz del problema como solución definitiva. (medidas de resolución del problema)

- Simplificar, simplificar, simplificar,… 

Esto enlaza con el título del post, el famoso KISS “KEEP IT SIMPLE, STUPID” con la idea de hacer todo lo más sencillo posible.

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